Entre manducas y discursos...

Algunos lectores que contactan con nosotros a través del e-mail, son como un termómetro acerca del estado de ánimo de los partidos políticos.

Y esta vez hemos podido comprobar que los ánimos son algo similares a los que se palpaba en el 2005. Esta vez es la oposición la que de nuevo se siente eufórica por el cambio que se avecina.

El gobierno, desgastado por los recientes escándalos producidos en la Administración pública (enchufismo, derroche, ...) y destapados por el Partido Popular, no tiene la moral de la tropa muy alta.

Cuentan por algunos municipios, que el Partido del puño y la rosa está haciendo más uso del primero que de la segunda, y la agresividad que denotan su campaña, sobre todo la de sus juventudes, es un claro síntoma del nerviosismo que flota en O Pino.

En ciertas localidades gallegas, el Partido Socialista no llena sus mítines con papatoria ni a la de tres, y para que los dirigentes de Galicia no les tiraran de lasorejasn, han tenido que regalar invitaciones hasta completar el aforo previsto. Eso sí, el resto de militantes no tan afortunados, han tenido que apoquinar 25 euracos por asistir a la merendola.

Ver para creer...