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Tras la polémica a la que aludimos hace tiempo respecto a la ampliación de la Autopista A-9, este controvertido asunto vuelve a estar en el candelero.
Por un lado, Touriño, apremiado por la cercanía de los comicios, ha comenzado a prometer la ampliación de la A-9. No sabemos si fruto de la neurosis que está viviendo estos días a causa de la elaboración de las siempre polémicas candidaturas, el Presidente de la Xunta está yendo un poco por libre, y se ha erigido en defensor de esta ampliación por 3 partes de la recién adquirida propiedad por Citigroup.
Esta forma de actuar dicen que no ha sentado muy bien en el Ministerio de Fomento, donde Magdalena Álvarez se sube por las paredes y lleva unos cuantos días colgada del teléfono oficial tratando de dejar claro quién manda en las obras públicas del país.
Esta desobediencia de Touriño, apropiándose de competencias que no le corresponden, ha obligado a la Ministra a desmarcarse de los compromisos adquiridos por el candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta, dejando en evidencia la falta de comunicación entre Administraciones del mismo signo político.
Las promesas electorales deben contar con un componente sentido común, algo que parece olvidarse cada elección.
Por un lado, Touriño, apremiado por la cercanía de los comicios, ha comenzado a prometer la ampliación de la A-9. No sabemos si fruto de la neurosis que está viviendo estos días a causa de la elaboración de las siempre polémicas candidaturas, el Presidente de la Xunta está yendo un poco por libre, y se ha erigido en defensor de esta ampliación por 3 partes de la recién adquirida propiedad por Citigroup.
Esta forma de actuar dicen que no ha sentado muy bien en el Ministerio de Fomento, donde Magdalena Álvarez se sube por las paredes y lleva unos cuantos días colgada del teléfono oficial tratando de dejar claro quién manda en las obras públicas del país.
Esta desobediencia de Touriño, apropiándose de competencias que no le corresponden, ha obligado a la Ministra a desmarcarse de los compromisos adquiridos por el candidato del PSdeG a la Presidencia de la Xunta, dejando en evidencia la falta de comunicación entre Administraciones del mismo signo político.
Las promesas electorales deben contar con un componente sentido común, algo que parece olvidarse cada elección.
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