Lo que el ojo no vió en el pleno de Mos

sábado, 13 de diciembre de 2008

Sí, Nidia Arévalo es alcaldesa de Mos. Con el apoyo de sus ocho concejales y el del tránsfuga Gerardo Alonso, la candidata del PP ha conseguido la batuta que le otorga el poder de presidir el gobierno de su adorado ayuntamiento.

Este acontecimiento se desarrolló no exento de polémica. Hasta el pleno, que debería haber empezado a las doce y lo hizo alrededor de la una y media, se acercaron unos 200 vecinos entre los que se escondían altos cargos del PSOE que, ante las protestas de los vecinos, tuvieron que quedarse en los pasillos.

Esto tiene una explicación: muchos vecinos de Mos tuvieron que quedarse fuera del pleno y al percatarse que Carmela Silva o Xaime Rei, alcalde de Redondela, eran escoltados para entrar de la sala, los vecinos impidieron que esto sucediese por respeto a todos aquellos que llevaban horas esperando para entrar a una salón en la que entraron, los que entraron, apretujados.

El episodio de los "matones"

El PP había contratado para la ocasión 30 guardajurados de la empresa Eulen así como 20 porteros de discoteca para asegurar la integridad física de sus representantes así como simpatizantes, aunque algunos de ellos finalmente acabaran siendo agredidos por monedas. La justificación era que el PP de Mos intentó reiteradamente contactar con la Subdelegación del Gobierno en numerosas ocasiones sin recibir respuesta. Esto propició que la nueva alcaldesa tomase la decisión de contratar seguridad privada por temor a que se desarrollasen episodios de violencia.

Algunos de los porteros de discoteca presentes en las primeras filas del pleno -que la ex-alcaldesa calificó de "matones"- fueron reconocidos como porteros de conocidos locales de ocio nocturno de Baiona, ayuntamiento cercano al mosense.

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